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Balanced Scorecard: instrumento de apoyo en la gestión estratégica

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El Balanced Scorecard o cuadro de mando integral es una herramienta de gestión estratégica que vincula las acciones actuales de una empresa con sus objetivos a largo plazo.

El cuadro de mando integral se basa en la premisa de que existe un vínculo de causa y efecto entre el aprendizaje, la eficiencia interna, los procesos comerciales, los clientes y los resultados financieros. De esta forma te ayuda a transformar tu visión en un conjunto de metas y medidas de desempeño que pueden cuantificarse y evaluarse.

planificación financiera

¿Qué es el balanced scorecard?

El Cuadro de Mando Integral es una estrategia empresarial que se centra en un grupo de medidas bien elegidas y que se utilizan para acordar y comunicar la dirección estratégica que debes seguir. Se puede describir de diferentes formas dependiendo de cómo se aplique:

  • Un modelo de gestión empresarial
  • Un sistema para medir qué tan bien se han realizado las tareas en la estrategia
  • Una herramienta para la implementación de estrategias

Podemos decir también que el balanced scorecard es un sistema para medir el desempeño de toda la empresa, basado en la visión y estrategia, que refleja los aspectos más importantes del negocio. 

El concepto del balanced scorecard respalda la planificación estratégica, la implementación y los ajustes de estrategia adicionales al combinar todos los esfuerzos de la empresa.

Es por ello que un mapa estratégico y el cuadro de mando integral determinan las responsabilidades de los departamentos y empleados para alcanzar metas e indicadores. Este es uno de los factores claves de éxito en la implementación de estrategias.

¿Cuál es el objetivo de un mapa estratégico?

Un mapa estratégico es una imagen visual que muestra fácilmente la relación causal entre las diversas partes de la estrategia de la organización.

El objetivo del mapa estratégico es visualizar cómo los activos intangibles contribuyen al desempeño financiero y crean valor para la empresa a través de las cuatro perspectivas del cuadro de mando integral.

Las 4 perspectivas del balanced scorecard

Cuadro de mando integral

Los cuadros de mando como método de gestión empresarial se basan en diferentes perspectivas y, por lo tanto, cubren lo que necesitas para mantener el enfoque de tu planeación empresarial.

Las perspectivas básicas del balanced scorecard son:

1. Perspectiva del Cliente:

Esta perspectiva te permite mirar la organización desde el punto de vista de un cliente. Así puedes comprender qué está afectando a la base de clientes y realizar los ajustes necesarios. Es la medida de la satisfacción del cliente y tu participación en el mercado. Es la perspectiva que responde a la pregunta ¿Cómo nos ven nuestros clientes?

2. Perspectiva Interna:

Examina la eficiencia y la calidad del desempeño de la organización internamente. En el cuadro de mando integral, esta perspectiva ayuda a los líderes de la organización a analizar qué tan bien funcionan los sistemas y procesos internos, o si algo podría mejorarse o cambiarse para aumentar la rentabilidad.

Es importante que respondas esta pregunta: ¿En qué deberíamos ser mejores?

3. Perspectiva de la innovación o aprendizaje:

Analiza lo que es importante para el rendimiento, desde la tecnología utilizada hasta la cultura corporativa y el capital humano y la infraestructura. Todo esto obliga a los líderes empresariales a analizar las partes y evaluar cómo contribuyen a que la empresa logre su objetivo.

Es fundamental en el cuadro de mando integral que tengas esta perspectiva para medir la intensidad de la innovación y la participación en las ventas de nuevos productos. Aquí debes plantear y resolver la siguiente pregunta: ¿Cómo podemos mejorar en la creación de valor?

4. Perspectiva Financiera:

Se refiere a la medición del éxito de la organización en términos financieros. Esto incluye elementos como cifras de ventas, márgenes de beneficio y retorno de la inversión (ROI).

Las medidas financieras varían según los objetivos específicos de la organización. A través de esta perspectiva puedes tener una visión de la situación financiera y rentabilidad de tu empresa. Responde a las preguntas: ¿Cómo ganamos dinero? ¿Están las partes interesadas satisfechas con nuestro retorno?

Estructura de un balanced scorecard ideal

Para diseñar e implementar un balanced scorecard, debes formular y comunicar una visión, una estrategia y metas tanto a corto como a largo plazo.

Para tener éxito con una gestión equilibrada, los objetivos planteados tienen que ser: específicos, medibles, aceptados, realistas y con plazos determinados.

La estructura del balanced scorecard ideal debe contener:

1. Indicadores:

Es importante que definas e identifiques claramente los indicadores o KPI (métricas) que vas a utilizar. Los mismos deben ser adecuados en la medición de los objetivos que persigues.

2. Metas:

Las metas deben ser acordes a los diferentes grupos de personas de la organización y estar en consonancia con los objetivos generales de la organización. Demasiadas metas en el cuadro de mando indican la incapacidad de la organización para centrarse en lo esencial. Y también significa que los objetivos establecidos no son estratégicos para el nivel organizativo en el que se desarrolla el cuadro de mando.

3. Planes:

El contenido de los planes a corto plazo se detalla por períodos (trimestres, meses, semanas, días) y se expresa como valores planificados para los indicadores. Los indicadores y sus valores objetivos dan a la gestión señales tempranas basadas en desviaciones de la situación real de la planificada, es decir, los resultados cuantitativos reales obtenidos se comparan con los planificados.

4. Recursos:

Es importante conocer todos los recursos que son necesarios para la implementación de las estrategias de cada uno de los entes de la organización y la forma de obtenerlos y distribuirlos.

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Conclusión

Las perspectivas básicas del balanced scorecard se definen porque son importantes para que tu organización tenga éxito en capturar las tendencias a largo plazo y no se centre demasiado en la historia.

La perspectiva financiera dice lo buena que fue la organización ayer, la perspectiva del proceso y del cliente lo buenos que somos hoy, y la perspectiva de renovación afecta lo buenos que seremos mañana.

Un cuadro de mando integral, al igual que todas las herramientas de gestión, debe ajustarse a medida que la empresa se desarrolla y el entorno externo cambia para evitar errores. El entorno en el que operan las empresas hoy en día es muy dinámico, lo que conduce a la adecuación de los objetivos estratégicos.

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