Capital de trabajo: todo lo que debes saber para usarlo eficientemente
Tener claro si la empresa cuenta con la facilidad de afrontar financieramente las actividades de operación, así como entender cuántos son estos recursos que se requieren para el funcionamiento, es primordial para cualquier gerente. Es allí donde debes conocer el capital de trabajo de tu empresa.
Por eso, en este artículo cubriremos a profundidad qué es capital de trabajo y cómo se calcula, además de cuáles son sus características y componentes.
De ese modo, podrás identificarlo en tu compañía para hacer un seguimiento y lograr el equilibrio que permita su crecimiento. ¿Comenzamos?
Contenido
Importancia del capital de trabajo
Para empezar, hablemos de cómo puede ayudarte a ti como gerente o fundador el conocer este dato sobre tu empresa.
La importancia radica en que te ayuda a evaluar la capacidad de tu empresa de producir flujo de caja o liquidez. Esto es fundamental cuando requieres solucionar situaciones de emergencia, pero además, sabrás cuánto dinero necesita tu empresa para operar y así mantener un seguimiento de su estabilidad.
Es de esta forma como, el principal objetivo del capital corriente o de trabajo es servirte como guía para identificar si tu empresa cuenta con la capacidad de cubrir sus gastos en el corto plazo y empezar a invertir en el crecimiento.
Qué es capital de trabajo
Así pues, la definición de capital de trabajo nos dice que se trata de la cantidad de recursos económicos que tiene una empresa en su patrimonio para poder operar.
Lo anterior, nos permite comprender que la empresa debe estar en equilibrio y contar con la liquidez necesaria para cubrir los compromisos o pagos en el corto plazo. Además, el cumplir con estos gastos implica la necesidad de contar con recursos en efectivo o que puedan convertirse en efectivo fácilmente.
Tipos de capital de trabajo
Ahora que conoces qué es el capital circulante, es importante tener en cuenta que existen 2 tipos y ambos te serán de gran ayuda para evaluar la situación particular de tu empresa en cuanto a la capacidad de cubrir sus obligaciones en el corto plazo.
También puedes leer: Estrategias de capital de trabajo para optimizar resultados.
Capital de trabajo neto
El capital neto de trabajo, se refiere a la cantidad de dinero que le resta a la empresa después de cumplir con todos sus compromisos y pagos en el corto plazo. En pocas palabras, todos los recursos que necesita para cumplir con las obligaciones.
Capital de trabajo bruto
En este caso, nos referimos al total de los activos corrientes que tiene una empresa. Es decir, a los recursos que son o se pueden convertir en efectivo en el corto plazo.
Aquí, están incluidos: inventario, cuentas por cobrar, inversiones a corto plazo y por supuesto el efectivo.
Características del capital de trabajo
Es importante saber que el capital de trabajo tiene características específicas, las cuales debes tener en cuenta al calcularlo o analizarlo. Te mencionamos algunas de ellas:
Es fácilmente disgregado: debes poder separarlo con facilidad, por lo que la liquidez es esencial.
Es eficaz: necesitas contar con él en el corto plazo.
Dependiente del periodo rentable: se define de acuerdo al período en el que se mide la rentabilidad, es decir, el ciclo del capital de trabajo.
Requiere de gran atención y tiempo: para considerar cada una de las cuentas de la empresa.
Inestable: porque depende de múltiples variables.
Entender estas características, te será de gran ayuda al momento de definir estrategias para administrar el capital circulante de tu empresa.
Componentes del capital de trabajo
Antes de pasar a calcular el capital de trabajo, debes tener muy claros sus componentes. Se trata de dos conceptos que son claves para toda empresa. Veamos.
Activo corriente
Hace referencia a aquellos bienes tangibles o intangibles con los que cuenta una empresa. Es decir, todos esos bienes que fueron adquiridos previamente y les permitirá obtener beneficios.
Cuando hablamos de activos corrientes, también encontraremos dos tipos: activos fijos y activos circulantes. Por un lado, el fijo es ese que no puede convertirse en efectivo en el corto plazo, mientras que el circulante permite ser utilizado en menos de un año.
Pasivo corriente
El segundo de los componentes del capital de trabajo son los pasivos corrientes. Estos son las deudas o compromisos económicos que tiene una empresa para financiar sus actividades y que le permiten pagar el activo.
Para calcular el pasivo corriente, solo debes aplicar la siguiente fórmula:
Pasivo = Activo – Patrimonio neto
Cantidad adecuada del capital de trabajo
Como el objetivo es reconocer si tu empresa está generando el valor más adecuado, te explicaremos cómo se interpreta el capital de trabajo para identificar que el nivel es positivo.
Lo principal será saber que tu empresa cuenta con la liquidez necesaria. Muchas veces esto se llega a confundir con un gran patrimonio, pero realmente, este podría ser muy alto y aun así la empresa tener un reducido capital líquido.
Es de esta manera, comprendemos que la clave está en que tu empresa tenga más activos líquidos o circulantes que deuda y obligaciones en el corto plazo.
Cómo se calcula el capital de trabajo
Ahora sí, hablemos de cómo se calcula el capital de trabajo. Para esto, será muy importante recolectar la información necesaria para obtener un dato confiable y no encontrarnos en la realidad con algo totalmente diferente a lo calculado.
También puedes leer: 6 Factores que afectan el capital de trabajo.
Fórmula del capital de trabajo
Antes de aplicar la fórmula, debes contar con dos datos esenciales: activo corriente y pasivo corriente. De esta manera, solo deberás hacer la siguiente operación:
CT = Activos Corrientes – Pasivos Corrientes
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Con esta fórmula en mente, sabemos que es más fácil comprender el capital de trabajo con ejemplos. Veamos uno.
Una empresa cuenta con activos corrientes por 45 millones de dólares, mientras que sus pasivos corrientes son de 25 millones de dólares. Por lo tanto:
CT = 45.000.000 – 25.000.000
CT = 20.000.000
En este caso, esta empresa tiene un capital positivo que le permite la liquidez necesaria para invertir en su crecimiento.
Conclusión
Como lo hemos visto a lo largo de este artículo, conocer el nivel de liquidez de tu empresa te permitirá comprender cuáles son los recursos con los que cuentas para su operación y además, proyectar un crecimiento a partir de ellos.
Ahora que conoces qué es por qué es importante y cómo calcularlo, es momento de aplicarlo en tu empresa. El siguiente paso será realizar una buena gestión del capital circulante o de trabajo para el control de la liquidez en la empresa.