Las 5 Etapas del Crecimiento Empresarial para Desarrollarse y Evolucionar
- Es indispensable determinar en cuál de las etapas del crecimiento empresarial se encuentra nuestro negocio y qué la caracteriza.
- Para llevar a tu empresa al siguiente nivel es indispensable determinar las etapas más críticas para su desarrollo y su proceso.
- El despegue es una de las etapas más críticas de la empresa, ya que implica el riesgo de no poder pasar al siguiente nivel.
En una época en la que se incentiva el emprendimiento, lograr el crecimiento empresarial no es una tarea sencilla. De hecho, es indispensable reconocer en qué etapa se encuentra tu compañía para saber los siguientes pasos que debes dar.
Conocer las etapas por las que debe atravesar tu empresa para alcanzar la cima puede prever desastres. Solo hay que saber lo que estas etapas implican. Identificar las que ponen en riesgo la continuidad de tu negocio y las que lo impulsan a su pleno desarrollo.
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En este post te explicamos cuáles son las diferentes etapas por las que tu empresa debe atravesar para ser exitosa. También te presentamos las características que guiarán tu negocio por el camino correcto.
El crecimiento y evolución de una empresa no debe asumirse como algo natural. Es un proceso que debe fomentarse y orientarse adecuadamente.
Contenido
Etapas de crecimiento empresarial para empresas pequeñas, medianas y grandes
Según el artículo “Las cinco etapas del crecimiento de las pequeñas empresas”, de Neil C. Churchill y Virginia L. Lewis para Harvard Business Review, varios investigadores han determinado las diferentes etapas del crecimiento empresarial.
Veamos con más detalle cuáles son:
#1 Existencia
Implica el arranque de la actividad económica de tu empresa. En esta etapa, los problemas principales de tu negocio se enfocan en la captación de nuevos clientes. Es decir, que el producto o servicio satisfaga sus necesidades, pero sobre todo, que cumpla sus expectativas.
La palabra aquí es deseabilidad. Estás probando realmente que tu producto o servicio es deseado y aceptado por el mercado.
Desde el punto de vista organizacional, las tareas sencillas; los sistemas y la planificación suelen ser mínimos o inexistentes. El dueño se encarga de realizar la mayor parte de las funciones. Supervisa y trabaja directamente con su grupo de colaboradores.
Recuerda que el corazón del negocio es el dueño. Es él quien aporta el capital y otros recursos, y sobre él recae la ejecución de las tareas más importantes. Lo primordial es mantenerse en funcionamiento.
Lamentablemente, la mayoría de las empresas no superan esta etapa. Con frecuencia, los productos no cuentan con la fuerza suficiente para calar en su público objetivo, o bien no cuentan con la calidad del producto que permita su viabilidad. Por esto, es muchas veces recomendable antes de lanzar un producto arrancar con un plan beta.
Cuando esto sucede, el capital se agota y la compañía no puede continuar con su actividad. Las únicas alternativas disponibles son cerrar o vender la empresa por un monto equiparable al valor de sus activos.
#2 Supervivencia
Cuando una empresa llega a esta etapa, no cabe duda de que es una entidad comercial viable. Cuenta con clientes suficientes que, además, están satisfechos con sus productos y/o servicios y, por lo tanto, permanecen.
En este momento surge entonces un nuevo elemento: la relación entre ingresos y gastos debe ser favorable. Básicamente el nuevo objetivo es ser rentable.
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Sin embargo, la organización sigue siendo sencilla. Es probable que la empresa cuente con algunos colaboradores y un gerente. Este no tendrá autonomía en la toma de decisiones, pero seguirá estrictamente las órdenes del propietario.
En este caso, la planificación formal frecuentemente estará limitada a asegurar el flujo de efectivo. El desarrollo de sistemas será apenas indispensable. El enfoque seguirá puesto en la supervivencia y la pieza clave seguirá siendo el propietario.
La etapa de supervivencia no tiene un tiempo exacto de duración. Incluso, muchas empresas podrían no salir de ella y permanecer mucho tiempo ahí. En ese lapso generarán un rendimiento marginal, producto del capital y el tiempo invertidos.
Sin embargo, también podría presentarse otro escenario: que la empresa comience a crecer y a ser rentable. Esto la haría avanzar al siguiente nivel, y pasar de ser una idea de negocio o un emprendimiento interesante a una empresa consolidada.
En la etapa de existencia, la prioridad es la captación de clientes y la plena satisfacción de sus necesidades.
#3 Éxito
En esta fase se presenta un dilema ante los dueños. Estos deben decidir si aprovechan los avances alcanzados y se encaminan a la expansión, o bien si se mantienen rentables y estables.
Exploremos ambas alternativas:
Etapa de éxito-desconexión
En este contexto, la empresa se encuentra económicamente saludable. Ha crecido y ha alcanzado un tamaño importante. Además, ha ganado un lugar en el mercado, lo que le garantiza ingresos económicos atractivos y más o menos constantes
Esta podría ser una situación permanente, mientras nada cambie de forma significativa, como el entorno comercial o la eficacia de la administración de tu empresa.
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En cuanto a la gestión, se deberá poner énfasis en evitar que se fugue el circulante en medio de la bonanza.
En este escenario, destaca el distanciamiento del dueño, quien buscará dedicarse a otras actividades de su interés. La gestión empresarial quedará en manos de las diferentes gerencias, las que se dedicarán a mantener la situación vigente.
Etapa de éxito-crecimiento
Esta alternativa implica la consolidación de la empresa y la concentración de recursos de cara al crecimiento. El propietario pasa a involucrarse íntimamente en el proceso, hace uso de la liquidez de su empresa y de su capacidad de endeudamiento.
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Todo, con la intención de asumir el riesgo de financiar el crecimiento de la organización. Se acoplan los sistemas: la planeación estratégica y la gestión de personal se ponen bajo un enfoque futurista.
#4 Despegue
Esta fase conlleva planteamientos que resultan claves para avanzar al siguiente nivel. Algunos de ellos son:
- La delegación de autoridad por parte del dueño hacia los gerentes capacitados para manejar apropiadamente el acelerado crecimiento de su empresa. Esto dará un amplio margen para la libre toma de decisiones.
- Que la empresa cuente con la suficiente disponibilidad de los fondos necesarios para cubrir las erogaciones que exige un proceso de crecimiento.
- Que el propietario tenga la capacidad de resistir la alta relación deuda-capital y no perjudique el proceso de crecimiento como producto de la impaciencia o de las malas inversiones.
En este punto, la organización se descentraliza. Los sistemas se vuelven más extensos y especializados. La planificación operativa y estratégica ocurren de la mano de algunos gerentes en particular.
Sin embargo, la presencia del dueño sigue predominando. En definitiva, esta es una etapa crucial en la vida de cualquier organización. Si se superan los desafíos que esta se plantea, la empresa estará encaminada a alcanzar la grandeza.
En la etapa de despegue es necesario que el propietario delegue la autoridad y la empresa logre descentralizar la gestión.
#5 Madurez de recursos
Ya en esta fase, el propietario se encuentra bastante distanciado de los procesos operativos y gerenciales. Este es el punto al que todo empresario quiere llegar. ¿Por qué? Porque significa que la empresa ha sumado logros importantes:
- Tiene un gran tamaño.
- Cuenta con una gran cantidad de recursos financieros.
- Dispone de un valioso talento gerencial.
Sin embargo, todavía quedan retos por superar. Es necesario mantener y controlar las ganancias obtenidas durante el rápido crecimiento empresarial. Asimismo, se hace esencial ser flexibles y tener un gran espíritu emprendedor.
La fuerza gerencial debe tener la capacidad de eliminar rápida y apropiadamente los errores. Deberá ir contra la ineficiencia derivada del crecimiento acelerado. También requerirá de la profesionalización de la empresa y la estandarización de sus costos.
Conclusión
El crecimiento empresarial que alcanza la madurez de recursos es el sueño de todo auténtico emprendedor y empresario. En Bold CG sabemos que la meta va más allá de lo estrictamente económico o financiero.
Lograrlo representa la materialización de una visión que persigue la trascendencia por medio de un aporte significativo a la sociedad.
Por lo tanto, nos gusta acompañar a nuestros clientes a transitar con pasos firmes la ruta hacia el objetivo de poner esa visión en acción.